Thursday, October 24, 2013

Video con entrevista sobre género del programa Línea Abierta de la UBB


http://www.lineabierta.cl/2013/10/11/equidad-de-genero-en-chile-mujeres-al-poder-lineabierta-capitulo-5/

Saturday, October 12, 2013


Las diferencias de género en las universidades. Brechas entre el ser y el deber ser.
Soledad Martínez Labrín

Revista Piensa en Acción, UBB

Las universidades son espacios muy segregados por género. Esta es una afirmación muy contraintuitiva en general, si tomamos en cuenta que las universidades son concebidas como los espacios de transformación social y científica más de avanzada. Sin embargo, cuando investigamos las universidades como estructuras macro y microsociales, inclusive a nivel global, podemos constatar que, por lo menos en el ámbito de género, son altamente conservadoras y regresivas. Esta segregación es posible reconocerla a nivel vertical y horizontal, y a nivel de todos sus estamentos. A nivel vertical, dentro del estamento académico, es posible reconocer una merma en el número de mujeres a medida que se sube en jerarquía académica, o en los cargos de mayor responsabilidad y toma de decisiones. Horizontalmente, las contrataciones de las mujeres suelen ser más precarias, y sus trayectorias académicas mucho más irregulares . Ello redunda en una más baja productividad científica en general, pero particularmente, en una mayor sensación de desgaste en trabajo administrativo o de docencia. A nivel de las sociedades científicas y académicas de ciencia, historia, arte, literatura, etc., la tendencia es la misma.
Igualmente, cuando miramos la segregación vertical dentro del estudiantado, es posible reconocer que aun cuando hoy la proporción de estudiantes que entra y consigue egresar de pregrado es mayor en el caso de las mujeres , y que los rendimientos tienden a ser más altos en las mujeres que en los hombres, el número de mujeres que accede a estudios de postgrado decrece a medida que el nivel de postgraduación aumenta. Las carreras de pregrado se encuentran igualmente segregadas por género; cuando están orientadas a la ciencia y la tecnología la proporción de hombres aumenta, versus las carreras del cuidado de otros/as, las artes o la educación. Estas carreras también tienen internamente segregaciones verticales, ya que en el mundo del trabajo, es más probable que los hombres tengan los cargos más altos. Ni hablar de las diferencias salariales, que en los niveles más altos se agudizan .
Estas diferencias, lejos de relacionarse con menores capacidades en las mujeres, o capacidades diferenciadas en ambos sexos, están arraigadas en aspectos socio-simbólicos muy sutiles, que se relacionan, con cómo las personas percibimos y significamos nuestro género y el de las demás personas, a partir de nuestra crianza, de los mensajes sociales que recibimos y de cómo nos hemos relacionado con el conocimiento. Mi tema de investigación busca comprender cómo construimos estas diferencias en lo personal, familiar, social e institucional y cómo las hacemos funcionar en nuestra vida cotidiana, para convertirlas en cajas de resonancia que dan como resultado cifras como las presentadas más arriba. Estudiar la universidad como un espacio de elite, es muy importante, ya que socialmente suponemos que allí “los problemas de las mujeres” han sido superados, y vemos que no es así. Pero, sobre todo, la universidad es un espacio de formación y socialización del futuro, en el que somos modelos de rol y productores/as de conocimiento, lo cual nos entrega la pesada responsabilidad de revisar que nuestras prácticas tiendan a la construcción de una sociedad responsable, equitativa e inclusiva, partiendo por casa.

[1] Informe SIES, 2008.
[2] Global Gender Gap Report, 2012.
[3] BID, 2012.

Thursday, June 06, 2013

Arte

Pastel sobre papel Ingres ocre.



Este texto lo escribí hace muchos años para un boletín de divulgación sobre astronomía. Pensé que era bueno recuperarlo.

Las tres revoluciones epistemológicas.
Un recorrido por algunas de las más controvertidas formas de analizar la ciencia y que han revolucionado la mirada de su quehacer profundamente.

Tod@s sabemos que la ciencia es una forma más de conocer el mundo, pero también que es quizás la más aceptada y promovida en nuestra sociedad occidental. La ciencia pone casi todo bajo su escrutinio y casi siempre sus conclusiones son vistas con mucho respeto. Pero la ciencia y el conocimiento producto de ella como herramientas inventadas por las personas, también son objeto de mirada y escrutinio. La lente o herramienta que usamos para mirar a la ciencia es la epistemología. Hasta hace algún tiempo (década del 70 más o menos) la epistemología únicamente miraba a la ciencia en sus detalles y desde dentro de ella, no en el todo. A partir de los 70 en adelante, la ciencia comenzó a verse más panorámicamente y desde fuera, como un “objeto” con historia. La mirada de la ciencia por dentro, está caracterizada por la práctica de la ciencia como un procedimiento lógico (para perfeccionar sus procedimientos), la mirada desde fuera, en tanto, tiene un acento en la ciencia como proceso social, que tiene historia y que, como tal, cuenta tantos aciertos como desatinos.
La mirada panorámica hacia la ciencia fue una revolución en su tiempo y aún lo sigue siendo para much@s. Uno de l@s primer@s revolucionari@s de esta mirada fue un físico llamado Thomas Khun. Khun, quien había estudiado ciencias dentro de un enfoque tradicional, tuvo la oportunidad de hacer un postgrado en el cual se le daba gran importancia al estudio de la historia de la ciencia. Así, progresivamente, comenzó a interesarse más por esta disciplina, tanto como por la filosofía de la ciencia y como resultado de pensar mucho desde ambas disciplinas comenzó a mirar a la ciencia como un todo, enmarcada históricamente. Lo que al parecer vio Khun fue a la ciencia como un proceso complejísimo, en el cual no sólo intervenía el método científico y la lógica formal (como lo denota la epistemología desde dentro), sino que también otros elementos tales como el momento histórico, las personas que hacen ciencia (con todas las variables psicológicas y sociológicas que las personas tenemos), las contingencias económicas, las instituciones que hacen y financian ciencia, etc. Se dio cuenta entonces, que la ciencia seguía el ritmo que muchos otros acontecimientos sociales siguen (como el arte, por ejemplo): Había un patrón de movimiento histórico en la ciencia, el cual Kuhn caracterizó de la siguiente forma:

Ciencia Normal---Crisis-----Cambio de paradigma-----Ciencia Normal.

La ciencia normal, mas o menos, representa etapas de tranquilidad científica, en donde lo que las personas de ciencia hacen es confirmar el esquema científico imperante.  al cual llamaremos paradigma.  Un paradigma es una forma de pensar, una idea científica que tiene mayor dominancia y que es aceptada por la generalidad de la comunidad científica. La física Newtoniana, por ejemplo, fue, durante mucho tiempo, un importante paradigma de la ciencia. La ciencia normal se caracteriza por un cierto pensamiento grupal, las personas que hacen ciencia no se atreven a la originalidad paradigmática. Aunque aparentemente siempre están haciendo algo novedoso, ese algo sólo sirve para reafirmar el saber establecido. Pero Kuhn observó que a periodos largos de ciencia normal se sucedían inestabilidades también fuertes, provocadas por una o dos personas visionarias que se atrevían a desafiar el paradigma y comenzaban a aportar información que inclusive amenazaba con desestabilizar lo hasta ese momento era considerado “verdadero”. Esta etapa de crisis servía para abrir las posibilidades a la entrada de un nuevo paradigma, lo que para Kuhn representaba una revolución científica. Es simple, el observó que la ciencia se movía de esta forma, algo así como propulsada por que pequeñas explosiones periódicas, que no sólo le insuflaban nuevo movimiento, sino que también una nueva dirección. Kuhn valoraba grandemente las revoluciones y consideraba muy importante la aparición de voces disidentes dentro de la ciencia por esta razón.
Con esta nueva forma de pensar la ciencia, también Kuhn se convirtió en un revolucionario y abrió la puerta a una nueva forma de mirar la ciencia y por supuesto a las personas que hacen ciencia. La perspectiva de Kuhn concibe a la ciencia como un proceso humano mas y como un espacio donde los y las científic@s se comportan como seres humanos. En mi opinión, Kuhn tendió un puente entre las ciencias “duras” y las sociales y con esto contribuyó al progresivo proceso de “des-maquinización” de las ciencias que otr@s han continuado y de l@s que seguiremos hablando.

Una segunda revolución de la mirada epistemológica la constituye la comenzada por Paul Feyerabend, no necesariamente acumulada, pero si complementaria con la de Kuhn, Feyerabend también ve a la ciencia como un proceso social, pero va mucho más allá tomando un punto de vista bastante radical. Para Feyerabend, la ciencia no es más que un tipo más de conocimiento, cuyo único mérito por sobre otras formas de conocimiento es ser más aceptada, más utilizada y más difundida. Para él no existe (en términos de la idea de verdad) diferencia entre la ciencia (como racionalidad) y la magia, la tradición, el arte, etc. Feyerabend propone que la supremacía de la ciencia se nos hace cada vez más autoevidente a medida que se vuelve la única forma de conocer que se enseña en las escuelas, por ejemplo. Y que si las personas tuvieran la oportunidad de relacionarse con otros paradigmas (para usar la terminología de Kuhn), habría más libertad para crear y menos restricciones para conocer. Para enfatizar aún más su punto, Feyerabend dirige su análisis hacia la  racionalidad, que para él es el origen del pensamiento científico. Según este teórico la racionalidad no es ordenada, ni lógica como creemos, la ciencia no es progresiva ni lineal, ni como se dice “se desarrolla o avanza”. La racionalidad funciona sin orden establecido, es caótica y el conocimiento científico no tiene realmente un método, sino que se desenvuelve anárquicamente. Como ejemplo, pongamos una gran madeja de lana: A través de su telescopio, la concepción tradicional vería a la ciencia como esta madeja que con cada descubrimiento y experimento va enrollándose más y así va creciendo, yendo siempre en la dirección del crecimiento, es decir, cada vez más rica, donde los conocimientos anteriores se unen con los posteriores formando un todo coherente y cada vez mayor, esto es ver a la ciencia en desarrollo. Feyerabend, sin embargo, a través de su telescopio ve a la ciencia como un montón de lana enredada, enredo del que asoman hebras que se van tomando al azar y se van uniendo,  otras que podrían ir formando hebras mayores, otras que podrían unirse para formar pequeñas madejas locales o también algunas que podrían, al ser tiradas, enredar aún mas el conjunto. La ciencia por lo tanto, es imperfecta y está lejos de ser una forma de conocimiento ideal y ordenado.
Feyerabend no propone que abandonemos la tradición científica y que en su lugar nos entreguemos a la magia, pero sí nos dice que dejemos proliferar diferentes tipos de conocimiento sin privilegiar unos por sobre otros, que propongamos múltiples alternativas, que desarrollemos diversas facultades con igual nivel de profundidad, que no demos privilegio a una sola forma de producir conocimiento, pues nos enfrascaremos en una aventura unilineal y cíclica.

Ahora trataremos de avanzar hacia una tercera mirada, que es un poco más controvertida aún que las dos que ya hemos conocido. Se trata de la mirada que nos ha proporcionado Donna Haraway, una científica y feminista, cuyo objetivo es hacer de la ciencia un quehacer comprometido y responsable. Haraway mira a la ciencia desde un concepto que es clave y que es conocido por tod@s cuant@s hemos estado familiarizad@s con la ciencia alguna vez: el concepto de objetividad. Nada más adorado, este concepto se usa como garantía de veracidad, de seriedad, de fiabilidad, tanto así que un reportaje del diario nos merece buena opinión sise dice objetivo.
La objetividad es un valor, algo deseable y necesario. Teniendo esto en cuenta, es fácil entender el carácter escandaloso de los planteamientos de Haraway. Sin embargo, ella no arremete contra el concepto, sino contra su acepción o significado dentro de la ciencia tradicional; en efecto, para Haraway la objetividad también es clave y necesaria para investigar, el punto es COMO es la objetividad propuesta por ella. Ella argumenta que la objetividad es la capacidad que tenemos las personas de reconocer que todo cuanto hacemos y decimos en la vida, incluida la ciencia, está hecho y dicho desde un único punto de vista (el nuestro) y que este punto es estrictamente humano y que, por lo tanto está influido por todas aquellas cosas que nos están sucediendo como personas. O sea, la objetividad como neutralidad ya no nos sirve, sino que, al contrario, lo que debemos buscar es la objetividad como toma de posición. No puedo ser objetiva si no reconozco que soy parcial en todo momento, ese reconocimiento hace que la ciencia que hago sea responsable, ya que no pretende ser infalible ni omnisciente, porque sabe que eso es imposible. Esto es nuevo sólo hasta cierto punto, ya que much@s teóric@s ya habían cuestionado el concepto de objetividad mucho antes de Haraway, pero Haraway tiene el mérito de humanizarlo mucho mas, porque va a permitir poner a un mismo nivel todos los puntos de vista, en donde la especialización es un rol y no una autoridad. Es decir, ser científica es parte de lo que elijo y quiero hacer en la sociedad, pero eso no hace mi punto de vista más legítimo de alguien que no lo es.

En este recorrido por diferentes puestas de la ciencia bajo el telescopio, la idea ha sido familiarizar a las y los lector@s de BRECHA con recientes formas de mirar a la ciencia, que pueden ser difíciles de entender, que pueden ser extrañas y que siempre causan mucha controversia. Una segunda idea ha sido más que coincidir con cada una de las ideas expuestas, tender un hilo conductor a través de estas diferentes miradas y presentar una idea de ciencia como artefacto humano, con lo cual es susceptible de análisis y reflexión y de perfeccionamiento constante. Pero lo más importante para mi, al escribir este artículo, fue dejar entrever a las lectoras y lectores la función que la ciencia tiene y lo imposible que resulta separarla de nuestra vida. Esto tiene implicancias para la ciencia, para su (ya bastante crecidita hija) la tecnología y para todo cuerpo de conocimiento que alega perfeccionarse en el ejercicio de la tan mentada objetividad, como son el periodismo, la historia, la psicología, etc. Un recorrido por un trocito de teoría nos ayudará a entender mejor la obra, el trabajo y la vida entera de científicas y científicos como l@s que tuvimos la fortuna de leer hace algunos números de Brecha, que se han hecho responsables como personas de su espacio en el universo. Espero que este artículo sirva para que pensemos un poco en la ciencia como algo que hacemos nosotr@s y que no es neutro, sino que requiere un compromiso constante, personal y consciente.

Sunday, March 25, 2012

Un nuevo blog para tesistas Cuali. Muy recomendable.
http://www.tesiscuali.blogspot.com/

Sunday, May 29, 2011

HIDROAYSEN O LA ESTRATEGIA DE LA SERPIENTE CORAL.
Por Bruno Bivort Urrutia y Soledad Martínez Labrín.
La serpiente Coral, mortífera víbora de colores muy llamativos, también llamada serpiente de dos cabezas, es conocida por su estrategia para capturar sus presas ocultando su cabeza entre los anillos que forma con su cuerpo, alzando la cola enrollada y simulando una cabeza, con la que adopta posturas agresivas y la que agita en forma de amenaza. De esta forma, distrae la atención de sus oponentes. Sólo entonces y sorpresivamente, la cabeza verdadera surge a gran velocidad, mordiendo con precisión implacable.
Tal vez, mientras la mayoría de los y las chilenos y chilenas nos encontramos tras la trinchera del gran lema “LA PATAGONIA NO”, nos estén liquidando al mismo tiempo, mediante otras no tan llamativas pero igual de nefastas iniciativas, “cabezas verdaderas de certera mordida”. A modo de ejemplo:
El miércoles 19 de enero de 2011, mientras el país estaba de vacaciones estivales, el Senado aprobó la Reforma Educacional, que incluye el retiro de hasta 13 mil profesores/as. El Ministro Lavín (Hasta hace poco Socio y Rector de una Universidad privada), anuncia que este será el Año de la Educación Superior.
El 16 de febrero, fue aprobado por el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de la Región de Magallanes, el millonario proyecto de explotación de carbón perteneciente a una empresa del grupo Angelini (Donde trabaja la hija del actual biministro de Energía y Minería) y que considera la construcción de un puerto de embarque y la explotación de un yacimiento de ese mineral a tajo abierto. El área total intervenida será de 15 millones de metros cuadrados, amenazando gravemente a especies protegidas en una de las islas más grandes de Chile.
El 25 de febrero se aprobó el proyecto de la Termoeléctrica Castilla la cual contará con 6 generadores funcionando en base a petróleo y carbón, y que puede causar un gran daño al ecosistema de la zona.
En abril se anunció, por parte de la Secretaría General de la Presidencia, que se encontraban avanzados los estudios jurídicos que le permitirán al Gobierno desafectar un amplio espacio del Parque Nacional Lauca, hasta en un 15 por ciento de las 137.883 hectáreas de espacio protegido, el que será entregado en concesiones a compañías mineras para la explotación de cobre, oro y plata presentes en el subsuelo.
La semana recién pasada, se ratificó el convenio Internacional para la Protección de Obtenciones de Vegetales, UPOV 91, que en la práctica significa la privatización de las semillas (Cabe señalar que la semilla de quínoa, especie americana de emergente valor comercial, es propiedad de Erick Von Baer, padre de la vocera de Gobierno).
Están pendientes, por mencionar sólo dos iniciativas, la aprobación del Embalse Punilla, que inundará una gran parte del cajón del Río Ñuble en el sector de San Fabián de Alico y la construcción de una planta Geotérmica en las Termas de Chillán, que arrasará con 20 hectáreas de lengas centenarias.
Mientras tanto, la reconstrucción pos-terremoto sigue en un notable, pero bien cubierto, estado de estancamiento. Podemos constatar que no se han reconstruido varios de los establecimientos educacionales que fueron gravemente afectados y que, a un año y medio de la catástrofe, continúan abandonados. Está a punto de aprobarse una Ley que termina con el fuero maternal, y retrocede desde el Derecho Adquirido al Beneficio Otorgado, conseguido con años de lucha del movimiento sindical y de mujeres en Chile y el mundo. En medio de la indiferencia de los medios de comunicación, un grupo de mapuches cumplen 75 días en huelga de hambre, pidiendo la nulidad de un juicio realizado mediante una ley que ha sido declarada injusta y anacrónica por la gran mayoría de los organismos internacionales de derechos humanos.
Y la coral mueve su cola… hay ocasiones en que los distractores están programados. “Pan y circo”, como un Mundial de Fútbol o las Olimpiadas, fiestas de fin de año y vacaciones, o, a veces, el azar de que un grupo numeroso de mineros quede atrapado a 700 metros bajo tierra. Hay ocasiones en que la distracción viene dada por ficticios conflictos externos con países hermanos, que tienen nuestros mismos problemas; o simplemente, se crea una cortina de humo con el anuncio de leyes controversiales apoyadas por dudosos padrinos, que siempre quedan en nada.
Cualquier depredador inteligente, como nuestra serpiente coral, desearía contar con eventos que distraigan la atención de sus tácticas y fines de cacería. En el caso del Gobierno de Chile, de proyectos controversiales, ya sea por el daño ambiental que conllevan, como por los conflictos de intereses en que altos personeros, muchas veces “servidores públicos” que se encuentran involucrados. Adicionalmente, y como es tónica en nuestro país, la mayoría de estos proyectos benefician a un sector ya históricamente privilegiado y obscenamente reducido. Inclusive la OCDE concluyó que Chile es uno de los países con mayor inequidad y mayor concentración de la riqueza del mundo. En este contexto, parece una ironía que sigan aprobándose proyectos de esta naturaleza a espaldas de la ciudadanía y, supuestamente, en pos de su desarrollo.
Sin duda tenemos que hacer todo lo posible por salvar la Patagonia, pero no debemos dejar que pasen inadvertidos otros problemas, igual de importantes. Es posible que en algún momento el Gobierno, frente a la mayoritaria demanda ciudadana y al alto costo político, decida anunciar la suspensión del Proyecto Hidroaysén, y a esa altura ya habrán pasado, sin que siquiera nos hayamos dado cuenta, una aplanadora cuyos daños y enormes consecuencias sean ya irreversibles y desastrosas.
La única solución es no aislar los problemas y crear un Gran Frente Ciudadano que aglutine todas las legitimas demandas de defensa del medio ambiente, las personas y sus derechos inalienables, de nuestros recursos, lo poco que queda de nuestras políticas de bienestar y protección social, pero sobre todo, para impulsar un nuevo proyecto país que tome en cuenta verdaderamente los intereses ciudadanos y de nuestro medio ambiente.
De lo contrario, al igual que las incautas víctimas de la serpiente Coral, mientras estamos atendiendo a una falsa cabeza, sin que podamos siquiera notarlo, clavarán sus ponzoñosos colmillos en este preciado país que llamamos Chile.

Tuesday, October 30, 2007

Femicidio: ¡Cuidado! El machismo mata.
Van 48, dicen las noticias. Casi todas las semanas nos estremecemos con una muerte de mujer. Lamentablemente, son aún las noticias sobre hechos que ya no podemos prevenir las que más venden. Y eso hace que se haga noticia de la muerte de una mujer y no de lo que le da origen y que, muchas veces, sí podemos prevenir como sociedad.
“La muerte no tiene género” dice alguien un día. Y claro que no lo tiene si pasas por alto que el femicidio no es sino la consecuencia fatal de una relación de poder entre hombres y mujeres que comienza con la violencia doméstica o la violencia sexual. La mayoría de las personas expertas en el tema asocian aquella violencia que ocurre en el contexto de la pareja presente o pasada, a las relaciones de desigualdad social por razones de género, cuya más famosa consecuencia es el machismo.
Cifras de la ONU indican que aproximadamente un 40% de las mujeres chilenas confiesan vivir o haber vivido violencia física, sexual o psicológica por parte de sus parejas. La violencia doméstica es un problema público de salud, de gasto social y laboral. Pero sobre todo es un problema dolorosísimo de relaciones poco saludables y dañosas en el espacio que debería entregar mayor afectividad y seguridad: nuestra propia familia. Además, aunque la violencia puede ocurrir y de hecho ocurre cuando las parejas ya no están juntas, el agresor es casi siempre alguien que ha sido un ser amado para quien es agredida. No existe situación que genere mayor estrés psicológico y físico que vivir violencia en el propio hogar. El nivel de tensión es tal, que sus efectos pueden ser comparados a los de vivir en estados de guerra. Aunque en la mayoría de los casos es la mujer la que la vive, es también un factor de sufrimiento para niños y niñas, aunque aparentemente “no se den cuenta”.
La violencia doméstica es un problema de toda la sociedad y no sólo de una pareja, porque nos afecta a todas y todos. Es un problema que no sólo ocurre en las familias más pobres, ni es ocasionado por el alcoholismo (el alcohol sólo actúa como gatillante en algunos casos), y los agresores no son enfermos mentales. Las mujeres que viven violencia no son masoquistas, ni tontas, ni disfrutan su situación de violencia (de hecho, los riesgos de muerte por violencia aumentan cuando las mujeres deciden terminar con la violencia o dejar a los agresores).
¿Qué podemos hacer?
Repudiar públicamente cualquier situación de abuso o dominio de mujeres (o de cualquier persona en general) y apoyar a las víctimas en la búsqueda de ayuda profesional.
Relacionarnos con respeto y equidad entre géneros. Esto implica un trato digno, justo y no violento entre hombres y mujeres. Aprender que el diálogo es la mejor manera de resolver nuestras diferencias.
Nuestro primer deber en la prevención es la crianza y educación igualitaria para niñas y niños. “Marcar” a los niños con autitos o pistolas de juguete y a las niñas con muñequitas y accesorios de belleza es polarizar sus vidas en bandos opuestos. Permitir flexibilidad de roles, vestimentas, juegos, comportamientos, etc. es la mejor manera de formar mujeres autovalentes y hombres sensibles desde pequeñas/os.
El próximo 25 de noviembre celebraremos un Día más de la No Violencia Contra las Mujeres. Evitar la violencia doméstica y sexual es evitar el femicidio. Hagámonos eco del intenso lema de la Red Chilena Contra la Violencia Doméstica y Sexual ¡Cuidado! El machismo mata.

Artículo aparecido en el Diario "La discusión" 02 de octubre de 2007.

Sunday, September 02, 2007