Tuesday, October 30, 2007

Femicidio: ¡Cuidado! El machismo mata.
Van 48, dicen las noticias. Casi todas las semanas nos estremecemos con una muerte de mujer. Lamentablemente, son aún las noticias sobre hechos que ya no podemos prevenir las que más venden. Y eso hace que se haga noticia de la muerte de una mujer y no de lo que le da origen y que, muchas veces, sí podemos prevenir como sociedad.
“La muerte no tiene género” dice alguien un día. Y claro que no lo tiene si pasas por alto que el femicidio no es sino la consecuencia fatal de una relación de poder entre hombres y mujeres que comienza con la violencia doméstica o la violencia sexual. La mayoría de las personas expertas en el tema asocian aquella violencia que ocurre en el contexto de la pareja presente o pasada, a las relaciones de desigualdad social por razones de género, cuya más famosa consecuencia es el machismo.
Cifras de la ONU indican que aproximadamente un 40% de las mujeres chilenas confiesan vivir o haber vivido violencia física, sexual o psicológica por parte de sus parejas. La violencia doméstica es un problema público de salud, de gasto social y laboral. Pero sobre todo es un problema dolorosísimo de relaciones poco saludables y dañosas en el espacio que debería entregar mayor afectividad y seguridad: nuestra propia familia. Además, aunque la violencia puede ocurrir y de hecho ocurre cuando las parejas ya no están juntas, el agresor es casi siempre alguien que ha sido un ser amado para quien es agredida. No existe situación que genere mayor estrés psicológico y físico que vivir violencia en el propio hogar. El nivel de tensión es tal, que sus efectos pueden ser comparados a los de vivir en estados de guerra. Aunque en la mayoría de los casos es la mujer la que la vive, es también un factor de sufrimiento para niños y niñas, aunque aparentemente “no se den cuenta”.
La violencia doméstica es un problema de toda la sociedad y no sólo de una pareja, porque nos afecta a todas y todos. Es un problema que no sólo ocurre en las familias más pobres, ni es ocasionado por el alcoholismo (el alcohol sólo actúa como gatillante en algunos casos), y los agresores no son enfermos mentales. Las mujeres que viven violencia no son masoquistas, ni tontas, ni disfrutan su situación de violencia (de hecho, los riesgos de muerte por violencia aumentan cuando las mujeres deciden terminar con la violencia o dejar a los agresores).
¿Qué podemos hacer?
Repudiar públicamente cualquier situación de abuso o dominio de mujeres (o de cualquier persona en general) y apoyar a las víctimas en la búsqueda de ayuda profesional.
Relacionarnos con respeto y equidad entre géneros. Esto implica un trato digno, justo y no violento entre hombres y mujeres. Aprender que el diálogo es la mejor manera de resolver nuestras diferencias.
Nuestro primer deber en la prevención es la crianza y educación igualitaria para niñas y niños. “Marcar” a los niños con autitos o pistolas de juguete y a las niñas con muñequitas y accesorios de belleza es polarizar sus vidas en bandos opuestos. Permitir flexibilidad de roles, vestimentas, juegos, comportamientos, etc. es la mejor manera de formar mujeres autovalentes y hombres sensibles desde pequeñas/os.
El próximo 25 de noviembre celebraremos un Día más de la No Violencia Contra las Mujeres. Evitar la violencia doméstica y sexual es evitar el femicidio. Hagámonos eco del intenso lema de la Red Chilena Contra la Violencia Doméstica y Sexual ¡Cuidado! El machismo mata.

Artículo aparecido en el Diario "La discusión" 02 de octubre de 2007.

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Querida Sole...te anduve buscando por facebook, pero al fin te pude encontrar. Siempre te recuerdo, mi niña querida, tu tio y yo siempre te recordamos de cuando eras pequeña, tenemos tus fotos y nos da mucha alegria poder contactarte...adivina quien soy!

TUTETUTETUTE!

(Con cariño tu tia Mariela y tio jorge) Besistos!

3:01 PM  

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